La elección de los materiales aislantes adecuados para una fachada es una de las decisiones más importantes a la hora de acometer obras para un ahorro energético, ya que de esta elección dependerá en gran medida la eficiencia energética del edificio y el confort de sus ocupantes.
Existen múltiples soluciones en el mercado, pero debemos tener en cuenta que no todas son igual de efectivas, ni tienen el mismo coste de instalación.
Consejos para elegir el mejor aislamiento para una fachada
Toda rehabilitación energética de fachadas debe mejorar el aislamiento del edificio sin interferir en la vida de los usuarios del edificio ni reducir el espacio útil de las viviendas.
Esta reforma aportará aislamiento térmico , eliminará los puentes térmicos del cerramiento y reforzará la estructura de la envolvente del edificio.
Existe una amplia gama de sistemas de aislamiento, aunque nuestra elección también dependerá de las características constructivas, como el tipo de pared o el espacio. A la hora de aplicar el aislamiento, puedes optar por diferentes materiales como el poliestireno, la lana mineral o el poliuretano.
Las características que debe cumplir son:
- Eliminación de puentes térmicos.
- Eliminación de condensaciones y fugas de humedad.
- No afectar el espacio interior del edificio.
- Corrección de grietas.
- Protección de la estructura contra choques térmicos.
Sistema SATE para aislamiento de fachadas
El sistema SATE (Sistema de Aislamiento Térmico Exterior) o ETICS (External Thermal Insulation Composite System) las siglas con las cuales se le conoce a nivel europeo, es un sistema de aislamiento exterior de fachadas.
Fachada SATE Sistema Exterior:
- Máximo grado de confort
- Reducción del gasto energético
- Solución a los puentes térmicos
- Máxima impermeabilidad y transpirabilidad
- Reducción del espesor de los muros
- Durabilidad del sistema
- Disminución de las emisiones de CO2
- Cumplimiento de la normativa ETAG 004
Este Sistema de Aislamiento Térmico Exterior (SATE) consiste en la aplicación de una capa de mortero aislante en la fachada exterior, protegida con un mortero mineral. La fijación del material aislante se realiza tanto de forma adhesiva como mecánica.
Es uno de los procedimientos más eficaces para aislar térmicamente la fachada de un edificio y su coste se amortiza en un plazo aproximado de diez años. Además, contribuye a reducir las pérdidas de energía en más de un 50%.
